miércoles, 23 de octubre de 2013

No soy muy bueno en eso de hacer críticas de libros, pero como en este blog tiene su rincón todo aquello que represente el arte, pues eso, que voy a hablar de un librito que me leí ayer y que me gustó mucho.
Lo de librito no lo digo porque esté escrito (se supone) para un lector que ronda una altura mediana, lo digo más bien porque no es largo en extensión... (aunque ya se dijo una vez que hay libros que tienen mil páginas y se leen en un suspiro y otros de cien que se hacen eternos...)  Yo que soy de ojos inquietos que miran y observan,  pues tardé un día, pero se lee con una facilidad que ya que me lo hubieran puesto de obligado en las pasadas oposiciones.
Se titula "El empollón, el cabeza cuadrada, el gafotas y el pelmazo" y el escritor, Roberto Santiago, compagina esta labor con la de guionista y director de cine... (entre otras ha dirigido "El penalti más largo del mundo")
Hay libros para niños y libros para niños, y este es uno de esos libros para niños... tengan tales niños cuarenta, como el que esto escribe, o 10, lo importante es que tengas la edad que tengas te vas a divertir con la historia de un chico que bien podría haber sido yo cuando tuve su edad o bien podría ser ahora, porque hay situaciones que se repiten a lo largo de la vida, y siendo la nuestra una sociedad tan compleja en lo referido a las relaciones, este libro refleja con humor lo difícil que es quitarte la etiqueta que te han puesto otros... esos otros que se creen con el derecho de poner etiquetas....

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