lunes, 10 de febrero de 2014

LOS GOYAS

Una vez terminada la edición de este años podemos extraer ciertas conclusiones...
Es muy posible que sea fácil vivir con los ojos cerrados, así nos evitaríamos ver a brujas desagradables (que otros Wrujos ya desaparecen solitos...) pero nos perderíamos disfrutar del rostro emocionado de Terele Pávez, que aunque no vio la final de mundial junto a un Álamo sin hojas en la cabeza, perro con gorra, ni junto a un niño ya Criado, forma parte de La Gran Familia del Cine... hermana de Emma Pennella (que los que la conozcan por "Aquí no hay quien viva" deberían verla en "El verdugo") y de Elisa Montés (mujer de Antonio Ozores y madre de Emma) ya mereció dos o tres oscars por su Régula en "Los santos inocentes"... un poco de justicia tardía nos compensa...
Está claro que el Cine español sigue sangrando por las mismas heridas... piratas con IVAS al abordaje, cines multi salas que hablan en inglés .. y cicatriza otras con la sobrada imaginación y el talento que no termina de ser ese Canibal que muerda definitivamente las carnes de la taquilla.. que allí están los dientes incisivos de Hollywood...
Un año más... agradecidos agradecimientos, reivindiaciones de los de aquí y de los que son de aquí pero vienen del País de las oportunidades, algunas lágrimas, Tejero-Areces Transformer, una canción voluntariosa pero desentonada, el chiste de la mirada de Trueba, el buen ojo de su hermano que supo encontrar y contar la historia de un sencillo maestro que amaba a John Lennon, la misma frase en dos actrices ganadoras: "que nadie decida por mí", Cámara y al fin su Goya,  Venezuela más feliz que ganando un mundial de fútbol, una jota aragonesa que triunfó en París que escuchó Jaime de Armiñán... Miguel Ríos tan joven como siempre, Chicote dando caña... y Fuentes por aquí y por allá, con algún momento de gloria... Nos quedamos con el recuerdo de los que nos dijeron adiós... Amparo Rivelles, Sara Montiel, Lolita Sevilla (que ya nos avisó cantando que venían los americanos) y tantos otros imprescindibles... y es que el cine es como la vida, todo acaba en un FIN... pero siempre hay alguien para seguir rodando.

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