miércoles, 7 de mayo de 2014

UN SOLO CORAZÓN



Llevo desde los cuatro años leyendo, llevo desde los cuatro años escribiendo… desde que era un niño que al escribir me escondía detrás de unos garabatos que parecían letras, un niño que al leer buscaba mundos de fantasías… y ahora, muchos años después, sigo escribiendo letras que parecen garabatos, y detrás de ellos se sigue escondiendo el niño que fui, ese niño que al leer, aún encuentra la realidad de su mundo convertida en fantasía.



Dicen que el que lee, que el que escribe, parece que esté solo, pero en realidad está compartiendo su soledad. No se mueve del sillón, de la silla junto a una mesa, de la almohada de la cama o de una piedra bajo un árbol, y sin embargo, está volando por el firmamento, está surcando los mares, está viviendo mil vidas, está caminando por mil caminos, mil caminos en compañía ... El que lee de corazón siente que las letras y las palabras son algo más que signos, siente que es un mundo con vida propia que respira para ti, y entre el silencio de tu mirada, entra en ti, y eres tú el que vive en él... porque leer es encontrar una ventana abierta en medio de la nada y asomarte, porque escribir es abrir una ventana en medio de esa nada, para que otros se puedan asomar.

El que piense que leer y escribir es perder el tiempo, no sabe que leyendo, que escribiendo, el tiempo se detiene, porque en un buen libro, en un buen cuento... se juntan presente, futuro y pasado para la eternidad.

La imaginación es un pájaro cautivo en una casa de tu interior. Abre la puerta y deja que vuele libre y tú volarás con ella.
Para algunos, leer y escribir es una obligación, para mí es libertad, pues a mí nadie me obliga, porque entre tele y tele, entre programas rosas, series y anuncios... y más anuncios, entre historias que crean otros que parecen siempre las mismas y que no son para mí, historias sin sentido… entre desgracias y palabras que hieren, y que ya no quiero escuchar... yo cojo un libro y leo, yo cojo un papel y escribo mi propia historia, y deseo que algún día, entre la tele y los anuncios, otros elijan leer, y entre todas las historias sueño, sueño que eligen leer la mía... porque lo que escribe una persona con todo su corazón es un tesoro escondido hasta que lo encuentras tú.

Escribir y leer, leer y escribir, dos medios corazones que se juntan, dos medios corazones que nacieron para ser uno sólo.


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