martes, 25 de diciembre de 2012

SIEMPRE ES NAVIDAD

Ha llegado Navidad.
Ayer lloraba solo, derramando una a una cada lágrima de mis ojos... y las vi perderse por el tiempo.

Hoy es Navidad y estoy contigo. Hoy es Navidad, pero ayer viste mi sombra perderse entre los rayos del crepúsculo, y no me miraste... nadie me miró.
He sentido alejarse cada luna, cada sol, he sentido las tristezas de este mundo, esas penas que se clavan en el alma dibujando cicatrices... esas cicatrices que ayer sangraban en soledad.
Pero hoy es Navidad, y mi cuerpo se ilumina con las luces de otra herida. Hoy es Navidad y no estoy solo; ahora siento las caricias en el alba que se abre entre mis pies, he sentido mil caricias, mil palabras de amor y soy yo, sí, soy yo, el que comparte tanta felicidad.
Todo el mundo deja un trocito de su yo, ese niño iluminado que busca algún regalo, un detalle, algún tren, un momento de inocencia, como una foto en blanco y negro, que mañana es de color.
Dos personas que sonríen entre el frío, compartiendo un te quiero y alguna bola de nieve entre guiños, entre juegos, entre miradas de amor.
Esas manos que se cruzan, esos cuerpos que se abrazan, esos besos, esos deseos, esos sueños que se hacen realidad, esos sueños que ayer tuve yo y que mañana he de llorar.
Hoy es Navidad, sí, y yo quisiera disfrutarla, beber la melodía y los silencios, correr cortinas en mi habitación y dejar que el sol descubra cada telaraña de mi alma, descubrir que todos pueden respirar de corazón,... y me ha cegado este momento.  Ese niño ilusionado ya no busca su detalle, busca una cara, una madre, busca la paz, le sobra el hambre, deja sus huellas en la nieve del camino, solas, que se alejan... hoy es Navidad y una parte de mi mundo se muere.
Miro a mi estrella fugaz, y sólo pido un deseo, sólo quiero que mañana y siempre sea, para todos, Navidad.

Hoy es Navidad, las luces parpadean entre mis ramas, la estrella besa mi copa, mil regalos se duermen arropados ante mí, y la música rompe el silencio del olvido... el olvido que ha nacido, como cada año, en vuestras almas, vuelvo a ser esa figura del paisaje, desconocida, ignorada, vuelo al monte o a las sombras del armario.

Ayer era Navidad, y hoy, hoy es sólo un rumor, un eco que vuela en el aire del recuerdo.

Hoy no es Navidad, pero yo, por suerte, sigo siendo yo, un simple árbol que respira por ti.



1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola!
¿Se sabe algo de lo de Laura Gallego García?


Gracias por adelantado